Viviendo sin vida

Viviendo sin vida

Corriendo por la vida
sin saber donde voy,
atravesando por el tiempo
sin saber donde estoy.

Volando por el cielo
busco mi ave,
te busco
por los siete mares.

Para qué te busco
si sé donde estás,
para qué te espero
si sé que te vas.

Percibo tu pasión
por la huella que dejaste,
te espero
para poder amarte.

Corriendo por la vida
sin saber quien soy,
atravesando por el tiempo
esperando mi amor.


José M. Monjo

Todo se terminó

Todo se terminó

Con tu sonrisa
me das vida,
con tu caricia
la eternidad.

Con tu beso
abro mis alas
para tu lado
poder volar.

Todo empieza,
todo se termina,
que más da…
así es la vida.

Tal vez encuentre
en otro mundo si lo hay,
pero cómo voy hacer
para volverte a amar.

Existirá otro mundo,
existirá otro amor…
o es sólo en mi sueño
donde late mi corazón.
José M. Monjo


Sólo anocheciendo

Sólo anocheciendo

El rayo de sol
entrando por mi balcón;
pero reina la oscuridad
en todo mi corazón.

Cómo recuperar la luz,
la razón de vida,
cómo recuperar tu sonrisa
por esta ruta oscura y silenciosa.

Si tuviera la flor más hermosa,
la plantaría a tus pies,
pero cómo hacerlo
si no me abres tu corazón.

El rayo del sol
va desapareciendo,
en mi corazón,
ya anocheció.

La noche va a ser larga,
tal vez eterna,
la noche recién empieza
pero sin luna.

José M. Monjo


Te necesito

Te necesito

En cada rincón de mi ser
está lleno de silencio,
sólo permanece la sombra
y la cicatriz de tu amor.

Cómo poder encontrar
la puerta de tu corazón
y así hallar la llave,
la llave del amor.

En el firmamento te busco,
o más bien te imagino,
en aquella estrella radiante
que ilumina mi camino.

Los días son iguales,
haga frío o calor,
pero necesito respirar
el perfume de tu amor.

En este poema
se repite la palabra amor,
porque es lo que necesita
gran parte de mi corazón.

José M. Monjo



Pasión candente

Pasión candente

Aunque esté lloviendo,
llueva o haya viento,
mucho no me importa
porque a mi lado tengo el sol.

Cuando estoy contigo
mi corazón me quema,
mis labios arden
cuando rozan tu piel.

Mi corazón ardiente,
ardiente de pasión,
la lluvia y el viento no bastan
para apagar este amor.

Tu sonrisa fue la mecha,
tus ojos fueron la llama,
tus besos fueron el fuego
que incendió mi corazón.

Si la lluvia no basta
para apagar esta pasión,
será mejor
que me queme con vos.

José M. Monjo

Impaciente por tí

Impaciente por tí

Después de tantos días
hoy te pude ver,
llegado el momento
no supe qué decir.

A lo mejor te aburrí
y ya no te intereso;
pero mi corazón
aún te espera.

Aunque no te vea,
siempre estás conmigo,
sin darme cuenta
siempre te recuerdo.

Tan sólo si supieras
lo que por ti siento,
te darías cuenta
que por tí estoy muriendo.

Después de tantos días
hoy te pude ver,
tan sólo por un instante
me sentí feliz.

José M. Monjo

Tan sólo un recuerdo

Tan sólo un recuerdo

Dónde estarás
estrella de mi vida,
dónde estará
la luz de tu sonrisa.

La busco en los cielos
sin poderla encontrar,
pero en mis pensamientos
siempre estará.

El tiempo pasa
sin poderla acariciar,
deseo con ansia
tus labios besar.

Ella ha desaparecido,
su corazón me habrá olvidado,
seguro que estará acompañada
por algún otro tipo.

La luz de mi estrella
se apaga lentamente,
alguien ha despertado
a mi bella durmiente.

José M. Monjo

Sin solución

Sin solución

Otro amor
no es lo mismo,
no es la solución
para calmar mi dolor.

Al besar otros labios,
al abrazar otros cuerpos,
es como morir despacio
hundiéndose en el mar.

Todo lo que construimos,
o al menos me imaginé,
lentamente se derrumbó
y al soñar, desperté.

El castillo que creamos
en la historia se olvidó,
tan solo quedó
un triste corazón.

Si pudiera viajar al pasado
y recobrar tu amor,
lo haría sin duda;
dejaría todo por vos.

José M. Monjo

Buscando mi amor

Buscando mi amor

Salgo a caminar
por esta triste ciudad,
trato de encontrar
un poco de felicidad.

Busco tu sonrisa
sin poderla encontrar
y termino acompañado
con un café, en un bar.

Todos se van marchando,
las estrellas se encienden,
los corazones brillan;
pero el mío está llorando.

La ciudad se duerme,
los negocios cierran,
la noche termina
y yo sigo caminando.

A lo mejor te encuentre
en los colores de la aurora,
así, la felicidad,
en mi corazón reinará.


José M. Monjo

Los días pasan

Los días pasan

Los días pasan
cada vez más lentos,
los pájaros cantan
sin ponerme contento.

En las estrellas
te busco;
en mis sueños
te encuentro.

¿Será porque es
invierno
y reapareces
en primavera?

Sólo espero la noche
para estar contigo,
y en mis sueños buscarte
para que estés conmigo.

Los días pasan
cada vez más lentos,
pero en mis sueños
siempre te encuentro.


José M. Monjo

Muriendo de amor

Muriendo de amor

Cómo amarte
sin verte,
cómo olvidarte;
¡ni en sueños!

Por más que quiera
no puedo,
el tiempo pasa
y más te quiero.

El sol naciente,
los ruiseñores cantan,
el tránsito enloquece;
pero no es igual.

Mi corazón vació
recibe el frío del viento,
mi corazón vacío
lentamente va muriendo.

Cómo saber
si me recuerdas,
cómo saber
si me quieres.

El tiempo pasa
y más te quiero,
el tiempo pasa
sin verte.
Jose M. Monjo


La enfermedad del amor

La enfermedad del amor

Se pescan todas las enfermedades
 en todas las épocas,
en todas las estaciones,
no importa.

Por más tranquilo que estés,
te puede sorprender,
sin pedirte permiso
penetra en tu ser.

Atacan en primavera,
no importa en verdad,
pero si lo pescas
no te podrás salvar.

Te sentís perdido,
sin poder pensar,
te sentís atontado,
sin poder estudiar.

Este virus
no tiene cura.
Ah! Si lo pescaste…
Se llama Amor.

José M. Monjo